difunta reina de Castilla y nieta de la de Portugal), prometida esposa del infante Jaime, primogénito de Aragón '. En 9 marzo 1315, Martin Ximénez firmó la escritura declarando haber recibido de Yolante de Grecia todas las coronas y joyas que fueron de la reina de Castilla y enumerando las piedras preciosas que cada una tenía; y en 24 abril 1316, el clérigo Pedro Julián, designado por la reina de Portugal, testamentaria de su hija Constanza, para recobrar las joyas de ésta que estaban en poder de Jaime II, otorgó en Valencia la carta de pago correspondiente, haciendo detallada descripción de las coronas y de las piedras preciosas recibidas del rey de Aragón 2. Zurita indica que Pedro de Ayerbe y Yolante de Grecia se divorciaron. Creemos que esta separación tuvo lugar á fines de 1313, á los dos años de la celebración del casamiento, porque con fecha del 18 abril 1314, el rey escribió, desde Valencia, á la noble dompne Yolant de Grecia, que ya se ha ocupado de su cuestión con Pedro de Ayerbe y ha dado las órdenes oportunas para que le sea á ella restituida la dote 3. Parece que en los dos años de matrimonio tuvo Yolante dos hijas, Constanza Perez y Maria Perez, y en 1318, la madre reclamaba la primera; pero, según he visto en la carta que le escribió el rey desde Barcelona, dispuso éste que la niña continuase en poder de Garcia Pedro, alejada del padre y de la madre, y habitando el castillo de Averbe. Pedro de Ayerbe debió morir á mediados de 1318; á lo menos sabemos que otorgó testamento en Luesia, el 14 junio de aquel año. Yolante vivía todavía en 1320, en cuyo tiempo obtuvo real licencia para extraer una cantidad de trigo del reino 1. La infanta Leonor de Castilla estaba en Valencia. 2. Registros 241 y 242, fólios 233, 182 y 172; y índice de pergaminos de Jaime II, no 303. 3. Registro 241, fólio 156. Próspero de Bofarull, en Condes Vindicados, II, pág. 239, trata de este divorcio ó anulación de enlace. de Valencia. Tres años antes, el 23 julio 1317, había comprado á Jaime II el castillo de Tibi, con la fortificación de Torrosella, cerca de Castaillá y Sexona, y varias alquerías en Sarganella y Benifahim. No hemos estendido nuestras investigaciones á la descendencia de las hijas de Doña Lascara, de las que dos ya sabemos que murieron sin sucesión, Doña Vataza y Doña Beatriz. Los otras dos, Sibilia, condesa de Pallars, y Violante, señora de Ayerbe, dejaron sucesión masculina y femenina la primera y únicamente femenina la segunda, pero nunca tomaron el apellido de Lascaris. Las varias personas que desde el siglo XIV hasta el XVII anduvieron por Francia, Italia y España, llamándose Lascaris, se presentaban casi todas como descendientes de los condes de Vintimilla y por lo tanto de la infanta Lascara, que fué la que unió la familia imperial de Nicea con la de los Vintimillas. A ser esto cierto, Doña Lascara hubiera tenido de Guillem Pedro, conde de Vintimilla, uno ó más hijos varones, además de las hijas ya mencionadas como procedentes de aquel su primer matrimonio. Sería, por lo tanto, la madre de Juan, conde de Vintimilla, que según los genealogistas y conforme al cuadro genealógico que publicamos, fué el primero que tomó el nombre y armas de la casa de los Lascaris. Nada, empero, puede asegurarse por falta de datos y documentos justificativos. Hemos leído los Annales de Caffaro, donde muy a menudo están anotadas noticias de los condes de Tende y Vintimilla del siglo XIII, sin encontrar cosa alguna referente á este Juan, ni á su padre, el marido de Doña Lascara. La vanidad, el deseo pueril de pertenecer á familias ilustres, hizo multiplicar el número de casas nobles de Europa que por cualquier relación, aun de las más lejanas, con los Vintimillas, ya se creían con derecho á apellidarse Lascaris. Así en la serie de los grandes Maestres de la orden del Hospital de Jerusalén no falta tampoco un Lascaris, á mediados del siglo XVII, como tampoco dejó de figurar otro entre los alquimistas y los farsantes defensores de las transmutaciones metalicás del siglo XVIII. Y hasta anduvo por España, por los años de 1599, un Lascaris ó Lascarini, que se daba también por descendiente directo de la casa imperial de Nicea y que obtuvo licencia del rey para pedir limosna. Joaquín MIRET Y SANS. |