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mos elogiado á mas de una princesa extranjera que habiendo adoptado nuestra patria por igual motivo, se vió obligada por las complicaciones políticas á anteponer nuestra conveniencia á la del pais en que habia nacido, y supo cumplir con tan penoso deber: ¿podriamos ser mas severos con Luisa de Guzman, tan solo porque era española ?....

GUZMAN Y LA CERDA (Doña María Isidra Quintina de), marquesa de Guadalcazar, hija de D. Diego de Guzman Ladron de Guevara, marqués de Moutealegre, conde de Oñate, y de Doña María Isidra de la Cerda, condesa de Paredes; nació en Madrid en 31 de octubre de 1768, y fue bautizada en la parroquia de S. Ginés. Desde sus mas tiernos años manifestó las mas felices disposiciones para las letras y una aficion decidida á las prácticas de virtud; y sus ilustres padres tuvieron gran cuidado de cultivar sus precoces y sublimes talentos. Un digno y acreditado maestro, D. Antonio de Almarza, dirigió su educacion, y bien pronto se hizo admirar por sus rápidos progresos en las lenguas latina, griega, francesa, italiana y española, y otros ramos de las letras humanas, asi como en la filosofía y matemáticas. A la temprana edad de diez y siete años eran ya mucho mayores la extension de sus conocimientos y su instruccion literaria que los de su distinguida cuarta abuela Doña Luisa Manrique

de Lara, condesa de Paredes, sábia en las lenguas latina, italiana y francesa, y autora, despues de haber profesado como religiosa en el convento de carmelitas descalzas de Malagon, de la obra intitulada: Año cristiano, ó Meditaciones para todos los dias, sobre los misterios de nuestra redencion, que se imprimió en Madrid año 1654, seis tomos, y de otras obras piadosas que sus ilustres descendientes conservan con gran estimacion. Despues estudió con el mismo aprovechamiento, mitologia, historia natural, y teologia; y la justa fama de su vasta instruccion no tardó en extenderse por toda la España. «Esta singularidad (se lee en nuestro Diccionario histórico) escitó en sus padres la gloriosa ambicion de hacer á su hija mas plausible que lo era ya por su fama, laureando sus estudios en la universidad de Alcalá de Henares. Recurrieron al señor D. Cárlos III significándole este deseo, y con el fin de que su real autoridad allanase cualquier obstáculo que en esta novedad pudiera ofrecerse. S. M. expidió en 20 de abril de 1785 una órden á aquella universidad, manifestándole que permitia, y en caso necesario dispensaba, que se le confiriesen á esta señora los grados de filosofía, y letras humanas. Efectuóse esta funcion con la mayor solemidad y aplauso los dias 4, 5 y 6 del mes de junio del mismo año. Eligió en el 4 el punto para leer á las 24 horas, y fue

el cap. 3 del lib. 2 de Anima de Aristóteles. Leyó en el 5 en latin, satisfizo á los argumentos que le pusieron los tres catedráticos de prima de teologia, y respondió á las preguntas que la hicieron siete doctores de aquel claustro sobre las lenguas griega, latina, francesa, italiana, y española, la retórica, mitologia, geografia, la filosofía en general, la lógica, metafísica, teologia natural, y animástica, la física en general y particular, historia de animales y plantas, sistema del mundo y esfera armilar, y últimamente la éthica, segun lo habia prometido en el código latino de Teses, impreso en Madrid. Recibió en el 6 los grados de doctora y maestra en la facultad de artes y letras humanas; y la universidad la nombró catedrática honoraria de filosofía moderna, y su consiliaria, aunque los maestros en artes no gozan de este apreciable título. El claustro de estos la designó examinadora de cursantes filósofos, cuyo cargo ejerció inmediatamente examinando varios jó venes. Todo este lucido acto se refiere menudamente en el Memorial literario de junio de aquel año, en que se puso al principio un retrato de esta señora adornada de capirote y bonete con borla, y la medalla de plata que hizo acuñar la universidad en su honor, en cuyo anverso se vé un bonete con borla, encima una corona de laurel, y abajo esta letra:

ASIDUO. PARTA. LABORE.

y en el reverso se lee esta inscripcion.

A

Exc. D. D. MARÍA. Isidora de GUZMAN, ET. LA CERDA. HUM. LIT ET PHILOS. DOCT. COMPLUT. ANNO.

MDCCLXXXV.

Hízose esta merecida demostracion para perpetuar la memoria de este suceso nunca visto: pues aunque la docta catalana Juliana Morell se graduó de leyes en Aviñon, no se celebró este acto en la universidad, ni con el aparato y ceremonia de ella, sino en el palacio del gobernador de aquella ciudad, en donde la examinaron los doctores. Antes de este testimonio tan auténtico de las dotes literarias de esta señora, habia dado otro en ellas la real Academia española recibiéndola por su sócia en el dia 2 de noviembre de 1781, y para este acto escribió y pronunció una elocuente Oracion en lengua castellana, que se imprimió entonces en Madrid, separada, y despues en el Memorial de mayo de 1785, en que se traduce á la letra el elogio que hizo de esta docta señora el Diario Enciclopédico de Bullon. A pesar de tan merecidos elogios, como de

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esta ilustre señora se hicieron dentro y fuera de España, ni nuestro Diccionario histórico, pasa mas adelante de lo que hemos transcrito en su biografia, ni en los diccionarios extranjeros (donde se da cabida á los de muchas mujeres cuya vida y circunstancias no ofrecen por cierto un grande interés) se dedican á su memoria siquiera unas cuantas líneas. Interesados nosotros, cuanto está á nuestros alcances y débiles medios, en remediar este mal, por lo menos cuando se trata de nuestras compatriotas; hemos procurado investigar el resto de la vida de tan célebre señora; y segun las noticias exactas que hemos podido recoger, resulta que en 9 de setiembre de 1789 casó en Madrid y su iglesia de S. Ginés con el Excmo. Sr. Don

Rafael Alfonso de Sousa, marqués de Guadalcazar é Hinojares, grande de España de primera clase. Permanecieron ambos esposos algun tiempo en Madrid y despues fijaron su residencia en Córdoba: y parece que en esta ciudad se dedicó exclusivamente al desempeño de los deberes que la imponia su nuevo estado. Alli murió el dia 5 de marzo de 1803 á la temprana edad de treinta y cinco años, siendo muy sentida su pérdida, no solo por su familia, sino por cuantos habian tenido el honor de tratar á la sábia, virtuosa y dignísima marquesa. Dejó tres hijos, Doña María Magdalena, Doña Luisa, y Don Isidro Alfonso de Sousa y Guzman.

GUZMAN.Véase LEONOR.

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H

HABABAH, concubina de Yezid II, noveno emperador omniada. Era perfectamente bella y tenia gran habilidad para cantar; asi es que la pasion que supo inspirar al califa fue de las mas violentas. Divertiase Yezid en sus jardines con Hababah, y habiéndole servido algunas frutas excelentes de la Palestina, donde entonces se hallaba, tomó una uva de un racimo y la arrojó cariñosamente á su querida: esta la cogió y la metió en su boca para tragarla; pero era excesivamente gruesa, se la atravesó en la garganta, y á los pocos momentos dícese que la hizo perder la vida. El califa se sobrecogió con este funesto accidente y se dejó dominar por una melancolía mortal, en tales términos que á los quince dias, que solo pudo sobrevivirla, ambos fueron enterrados en un mismo sepulcro el año 724.

HABERT (Susana), hija de Pedro y hermana de Isaac Habert, ambos poetas franceses. Se hizo célebre á principios del siglo XVII por su vastísima instruccion, pues habia estudiado con mucho aprovechamiento las lenguas orientales, varias euro

peas, filosofía y sobre todo la teología. Casó con Carlos Dujardin empleado en el palacio de Enrique III; y habiendo quedado viuda, se retiró al convento de benedictinas de Ville-l'Evêque, donde murió el año 1633 dejando manuscritas muchas obras cuya mayor parte eran ascéticas.

HACHETTE (Juana), heroina francesa que se hizo célebre por su valor en la defensa de Beauvais, sitiada en 1472 por el duque de Borgoña Carlos el Temerario, Casi son desconocidas las circunstancias de la vida de esta heroina, y aun no se sabe exactamente su verdadero apelido, pues algunos escritores contemporáneos la nombran, unos Juana Fourquet ó Fouguet, otros Juana Lainé ó Laisné, otros en fin Juana Hachette, que es como mas vulgarmente se la conoce. Como quiera que sea es lo cierto que el 10 de julio del citado año de 1472, la artillería del duque de Borgoña logró abrir en el muro de la plaza una brecha considerable: Cárlos ordenó el asalto que fue muy vigoroso: los sitiados le rechazaron valerosamente por espacio de tres horas; pero ya comenzaban á desmayar cuando las mujeres acu

dieron en su ausilio, armadas unas con picas y otras con palos ferrados, y reanimaron el valor de los hombres. Entre todas se distinguió Juana Hachette por su arrojo extraordinario, pues acudió á la brecha en lo mas recio del asalto y arrojó al foso á un capitan borgoñon que acababa de poner en lo alto del muro el estandarte de Cárlos, con el cual se quedó en las ma nos. Este egemplo comunicó tal ardor á los sitiados que rechazaron por todas partes á los enemigos y los obligaron á levantar el sitio. En memoria de este glorioso suceso expidió Luis XI una cédula real concediendo á la ciudad de Beauvais varios privilegios, y mandando que todos los años se celebrase el 10 de julio una procesion en la cual precediesen las mujeres á los hombres. Juana que conservó toda su vida en su casa el estandarte que habia tomado al enemigo, lo llevaba todos los años en la referida procesion al frente de sus compatriotas, y despues de su muerte le colgaron sobre su sepulcro en la iglesia de los PP. dominicos, donde parece que se ve actualmente sirviendo de glorioso recuerdo á las mujeres de aquella ciudad. Algunos biógrafos han dicho que Luis XI casó á Juana Hachette con un tal CoHin Pillon, y que para recompensar su valor los eximió de todo género de impuestos, asi como á su posteridad: otros aseguran que el apellido Hachette le fue

dado à Juana á causa del arma que llevaba cuando acudió á rechazar el asalto (1). Mr. Le-Bas en su Diccionario enciclopédico cree que Juana Hachette no debe ser mas que un personaje simbólico al cual se refiere un rasgo de heroismo auténtico, tanto mas cuanto que en la real cédula de Luis XI no se cita á mujer alguna en particular: sin embargo, si hubiéramos de creer los detalles que á este respecto ha dado Mr. Fourquet d'Hachette, que se dice su descendiente, Juana Fourquet era hija de un oficial de la guardia del rey, que fue muerto en la batalla de Monthlery y que dejó á su hija, muy jóven todavía, en poder de una señora apellidada Laisné, que la prodigaba los cuidados de una madre. En su compañía se ha

(1) Los españoles pueden tambien gloriarse de un rasgo de valor exactamente igual al de Beauvais. Por los años 1140 fue ins-tituida en Cataluña la órden de caballería del Hacha, en memoria del triunfo alcanzado en Tortosa contra sus enemigos por el último conde de Barcelona, Raimundo Berenger. Las mujeres de Tortosa, no solo contribuyeron valerosamente á la defensa de esta ciudad, armadas con bachas, sino que manifestaron mas intrepidez y serenidad que los hombres. Por esto mandó aquel príncipe que en lo sucesivo las mujeres precediesen á los hombres en las funciones y ceremonias públicas, y que gozasen de algunos privilegios y exenciones.

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